Las creencias

El yoga ofrece una perspectiva pragmática sobre la creencia y la fe, porque las diferencia del dogmatismo y de la superstición.

Propone un camino de integración y autoconocimiento.

Distingue de la fe ciega y enseña que las creencias deben ser evaluadas antes de ser aceptadas. La finalidad es integrar la fe con la razón, superando los prejuicios:

1. Distinción entre «fe» y «creencia»:

  • Fe dinámica: La fe no es una aceptación inconsciente, sino una fuerza que impulsa nuestra vida. Es una fe fortificada por la razón. No es una fe ciega. Es un arraigo en el ser interior que se anticipa a la verificación de la razón. Representa la madurez espiritual.
  • Creencia: se describe como una esperanza, un puente entre lo conocido y lo desconocido. También puede ser la conformidad con las opiniones de otros. Creer en Dios solo para invocar su protección no es convicción.
  • Rechazo de la falsa fe: cuando se cae en el dogmatismo, la intolerancia o la beatería. Mientras una persona está dentro del dogma, permanece en la oscuridad, sumergida en la ignorancia. Es necesario que trascienda para que la mente se libere y el corazón se expanda. El yoga no está atado a ningún dogma obligatorio.

2. Evaluar las Creencias:

  • La verdad requiere verificación: Un principio fundamental es que la verdad se verifica por su evidencia y por sus consecuencias. Lo que no se comprueba por la experiencia es mera ilusión o deseo.
  • Conocimiento a través de la búsqueda: No se puede aceptar una creencia si no se conoce. Conocer implica buscar, y sin buscar, es imposible saber si lo que se nos pide creer es verdadero. La búsqueda espiritual es un camino absolutamente personal y privado.
  • La experiencia como base de la convicción: La convicción proviene de la experiencia y la experiencia conduce a la realidad. La realidad de la fe se encuentra en el compromiso con los valores espirituales. Se confirma a través de sus consecuencias, como la fortaleza interior y la paz. Si la meditación sobre los valores espirituales no mejoran el corazón, no se avanzará mucho en el sendero del yoga.
  • No imponer la verdad: El yoga no busca imponer la verdad a nadie. Reconoce que la verdad expresada por cualquier escritura o maestro es solo la mitad de la verdad. Uno mismo debe realizar y completar la otra mitad a lo largo de la existencia.
  • Discernimiento: Implica pensar basándose en los hechos, sin caer en fantasías emocionales. Conocer la naturaleza de la realidad y unificar la percepción externa con la comprensión interna. Sin criterio, se puede absorber mucha información, pero solo logrará confusión.

3. La Integración de la Fe y la Razón:

  • Complementariedad: Para la filosofía del yoga no hay antagonismo entre la fe y la razón. Una de sus metas básicas es la integración de ambas. La fe es la inspiración que impulsa la búsqueda de la verdad. La razón es el esfuerzo disciplinado para que esa búsqueda sea reveladora y se convierta en conocimiento e iluminación.
  • Filosofía del Yoga: El yoga es un modo de vida y una filosofía que se integra en lo cotidiano. Las creencias espirituales deben traducirse en conducta y acciones altruistas, para que tengan valor.
  • Dios y lo Universal: Dios no es una deidad antropomórfica que necesita ser adulada o venerada. Es el espíritu eterno, infinito, universal y trascendental, inmanente en todo. El Dios personal (como Jesucristo o Krishna) es una forma espiritual idealizada de la devoción y aspiración del individuo. El propósito del yoga es desarrollar la comprensión de la propia religión y de los valores universales, borrando los prejuicios.

4. Superación de Prejuicios y Estereotipos:

  • Mente abierta: Promueve salir del apego ciego a comunidades o ideas, que sólo llevan al sectarismo. Se debe tener un juicio imparcial.
  • Humildad en el conocimiento: El que cree saber, no sabe; el que sabe, sabe que le queda mucho por saber. Se debe mantener el espíritu de aprendizaje y de búsqueda.
  • Cualidades esenciales. Como las siguientes: La integridad, la compasión, el altruismo, el deber, el honor, la responsabilidad, la sublimación de las pasiones, el coraje moral y la humildad. Son las prácticas más elevadas y son la esencia espiritual del individuo.

En síntesis, las creencias son una fe viviente y razonada, no un mero dogmatismo o superstición. Su validez se establece a través de la verificación, la experiencia personal y el discernimiento. Se practica en la vida cotidiana, trasciende lo superficial, para encontrar la verdad profunda y universal. Conduce a la integración espiritual.

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