La meditación

La meditación se presenta como una herramienta esencial en el proceso espiritual. Se trata de buscar tranquilidad para analizar la causa de los problemas y resolverlos. Se logra reprimiendo los pensamientos y contemplando los ideales espirituales, profundizando así la comprensión de un ideal.

La meditación trae aparejado un estado de paz, por eso cuando tranquilizamos nuestra mente comenzamos a meditar. El objetivo es despertar los valores espirituales y hacernos receptivos a ellos. No se trata de calmar la mente para quedarse dormido. Si bien no hay nada malo en tomarse un buen descanso, eso no es meditación.

Extractos del libro ¿Qué es la Meditación?.

Definición y propósito: La meditación, en su sentido oriental, no es un proceso de pensamiento, sino el acto de:

Fijar la mente en un ideal espiritual hasta ser uno con él.

Su objetivo es la renovación espiritual para sentir unidad con una fuente superior. Otro propósito es buscar las verdades fundamentales de la vida para obtener claridad mental.

Variedad de prácticas: La meditación se manifiesta de diferentes formas según la tradición. Para los hindúes, es la repetición de un mantra con un sentimiento de unidad espiritual. Para los católicos, implica rezar el rosario o sentirse cerca de Jesús tras la comunión. Para los budistas tibetanos, es repetir mantras como Om mani padme hum. En el Zen, es la conciencia del silencio interior o sentir la respiración.

Beneficios principales: curar las aflicciones de la mente y conducir a la paz mental. Ayudar a sublimar las pasiones y a adquirir madurez emocional. Lograr la pureza de corazón, liberando la mente del resentimiento, del odio y de los prejuicios.

Requisitos para meditar: un lugar adecuado y tranquilo. Una postura correcta (espalda, cuello y hombros derechos) para mantener la mente alerta. Una disposición relajada y sin esfuerzo, aceptando el flujo de pensamientos sin luchar contra ellos.

Técnica básica: El paso inicial es la abstracción, que se logra con la respiración. Ser consciente de la frescura del aire al inhalar y del calor al exhalar. La idea es sentirse lleno de paz y libre de toda tensión.

El rol del mantra: La repetición de un mantra ayuda a enfocar la energía mental en un ideal espiritual. No es una fórmula mágica, sino que su efectividad depende de la fe y la sinceridad con que se practica.

La responsabilidad es individual: El progreso en la meditación y en la vida espiritual es una responsabilidad personal. Como dijo Buda:

Uno solo debe recorrer el camino, el maestro simplemente muestra la senda.

No es necesaria la iniciación de un gurú para practicarla.

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