Para la filosofía Yoga la naturaleza de la conciencia individual es dualista. Siempre interactúa, en una danza perpetua entre el sujeto y el objeto, entre el yo y el no-yo.
La conciencia, se conforma de una tríada de influencias, donde cada una aporta un tercio a la totalidad del ser:
Herencia (33%): Es un legado genético y de patrones arquetípicos como: la agresión, el miedo, el egoísmo y la soberbia. Resulta imposible anular nuestra herencia, pero puede ser armonizada a través de un esfuerzo individual consciente.
Medio Ambiente (33%): El entorno inmediato moldea nuestras impresiones del mundo y nuestra respuesta a él.
Esfuerzo Individual (33%): Este es el dominio donde el individuo puede influir en su destino. Sin embargo, la auto indulgencia hacia los instintos más bajos, como la agresión y el egoísmo, puede sabotear este esfuerzo.
Las orientaciones que guían el desarrollo de nuestra conciencia, son las siguientes:
Orientación por imitación: En la infancia, carentes de una conciencia subjetiva desarrollada, imitamos a nuestros padres. Absorbiendo sus valores y comportamientos. Somos esponjas al principio, pero debemos trascender la mera imitación para encontrar nuestra propia voz.
Orientación Emocional: La experiencia de los instintos en nuestro recuerdo moldea nuestras reacciones emocionales. El amor provee seguridad, mientras que la falta de atención engendra inseguridad. Resulta necesario auto incentivar para cultivar la autoconfianza, sentirse deseado y aceptado.
Orientación por Aprendizaje: A través de la observación de las experiencias de los demás, expandimos nuestra comprensión del mundo. Sin observar cómo piensan y sienten los demás, se puede caer en el egoísmo.
Orientación Metafísica: Por el estudio de la filosofía y los libros sagrados. Se pueden obtener respuestas a preguntas fundamentales sobre naturaleza del hombre y el propósito de la vida. Hay que ser precavidos porque en algunos textos sagrados pueden encontrarse enseñanzas negativas, como la glorificación del sufrimiento.
Orientación por Intervención: Dado que las leyes naturales favorecen al fuerte, es necesario intervenir para proteger a los débiles. Se debe hacer lo que es justo, aunque vaya en contra de la naturaleza. Siempre en consenso con los demás.
Orientación por Adaptación: La capacidad de superar los fracasos emocionales. Depende de la capacidad de enfocar los sentimientos hacia los demás y proyectarse hacia el pasado o hacia el futuro. Hay que recordar que la auto-lástima prolonga el sufrimiento.
Orientación por Comportamiento: La conducta puede ser educada para abrazar los valores morales y espirituales. Se debe identificar el propio bien con el bien de los demás, frenando los instintos agresivos y egoístas. Es un punto clave de la transformación social, la educación del comportamiento hacia la empatía y la compasión. Se debe examinar las fuerzas que moldean la conciencia y a asumir con responsabilidad nuestra propia evolución.
La conexión de la conciencia individual con la conciencia universal proporciona un sentido más elevado a la vida.
Se trata de un desafío monumental. Actuando con responsabilidad, esfuerzo y practicando los valores espirituales, se puede trascender en la vida.

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