El libre albedrio

El concepto de libre albedrio, se encuentra desarrollado en su bibliografía (ver sección libros):

Fuente: Aspectos Filosóficos y Psicológicos del Yoga.

Contenido:

Nuestra existencia sobre esta tierra, tanto individual como colectiva, es la consecuencia de nuestro libre albedrío; al hacer frente a los acontecimientos de la vida, al enfrentar a las circunstancias a las que nosotros mismos nos hemos encaminado. La forma en que reaccionamos crea una cadena de consecuencias.

Sería necio afirmar que la ley inexorable del Karma, no puede ser cambiada. Esa ley tiene un padrón único en el que se mueve; pero dentro de esta generalidad hay muchas posibilidades para el libre albedrío individual.

Sin el libre albedrío individual la ley del Karma no podría operar.

Fuente: Vivir es ser Feliz.

Contenido:

El haber nacido en el seno de una familia donde se recibe una educación que estimula la formación del carácter, con cierta seguridad material o en otra donde no se recibe lo mismo, o en diferente tipo de barrio o en otro tipo escuela, son factores relacionados con el destino, sobre los cuales se tienen pocas opciones.

En vez de decir que la vida está guiada por la casualidad, quienes formularon la teoría de la reencarnación buscaron una respuesta en las acciones de vidas anteriores, cuyas consecuencias deben ser aún vividas. Al no haber evidencias comprobables de la reencarnación, es una mera conjetura, simplemente porque queremos que la vida sea justa, cuando en realidad no lo es.

El libre albedrío no es realmente libre.

Aun así, es una obligación moral asumir la responsabilidad de nuestros actos. La motivación es la madre de la voluntad. Cuanto más queremos algo, más debemos esforzarnos. La segunda consideración que debemos realizar es si tenemos el suficiente talento para lograr lo que queremos. La tercera consideración es si se nos presenta la oportunidad por las circunstancias y en ese caso si no la dejamos pasar.

Fuente: Ventana del Alma.

Contenido:

La luz del espíritu estará siempre disponible, tanto para el santo como para el pecador. Nunca se quitará el regalo más grande de Dios que es nuestro libre albedrío.

El regalo más grande de Dios es nuestro libre albedrío

Si no aprendemos a buscar esa luz por nuestra propia voluntad, seremos desdichados durante la vida. Aunque sea dificil de admitir:

La elección de caminar en la oscuridad de nuestra ignorancia o en la luz del espíritu, es enteramente nuestra.

Si somos sinceros, seguramente tendremos la gracia divina para ayudarnos.

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